Denuncian la complicidad del INAH en la devastación de vestigios arqueológicos en el sitio arqueológico del Tzemé en Kinchil y en Santa María Chí.
Pisté, Yucatán, 21 de diciembre de 2025.- Representantes de ocho comunidades mayas protestaron en la zona arqueológica de Chichén Itzá y acusaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de ser cómplice de grandes empresas que han devastado el patrimonio y vestigios arqueológicos en Yucatán.
“Estamos de luto, está de luto Tzemé, fueron destruidos tres pirámides entre estas la de Kolotsó, un juego de pelota y un antiguo pozo cuadrado”, señaló Felipe May del Consejo Comunitario de Kinchil, donde la empresa avícola Crío devastó las tierras de esa ciudad maya para levantar naves para incrementar su producción.
Desde las puertas de una única “Maravilla del Mundo Moderno”, la emblemática ciudad maya de Chichén Itzá, los manifestantes señalaron que el INAH simuló una clausura, colocó sellos de suspensión de la obra y “se hizo de la vista gorda” porque la destrucción de aquél sitio arqueológico continuó al amparo de la autoridad.
En el informe rendido por el INAH dentro de la demanda de amparo interpuesta por el Consejo Comunitario de Kinchil, dicha institución reconoció haber dado su visto bueno a la obra, y negaron la existencia de vestigios. Actualmente, dicha institución afirma estar llevando a cabo una investigación interna por autorizar la obra.
Por otra parte, la comunidad de Santa María Chí denunció que la granja del mismo nombre destruyó con sus obras basamentos y vestigios ubicados en San Nicolás localidad de Santa María Chí y Tixkokob y que de igual forma el INAH omitió la recuperación, rescate y protección de estos bienes arqueológicos argumentando que fueron destruidos hace dos décadas.
Reiteraron que Dzitnup, Ixil, Kinchil, Molas, Santa María Chí, Sisal, Caucel y Yaxkukul mantendrán su lucha por defender el territorio maya ante la vorágine que amenaza a estas poblaciones por grandes intereses.
