La Ley de Salud Mental del Estado de Yucatán, “permite que las niñas y los niños de Yucatán se conviertan en ‘conejillos de indias’”, aseguran.
Recientemente, 12 niños y niñas albergados en el Centro de Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede) fueron trasladados al Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, en donde permanecerían en calidad de internados, afirmó la secretaria Técnica del Consejo Nacional de Salud Mental (Consame) de la Secretaría de Salud federal, Virginia González Torres.
Incluso, también empiezan a ingresar menores de edad Hospital de la Amistad Corea-México, situación que consideró como grave, debido al alto riesgo que corren los infantes al estar en un lugar destinado para adultos, además que se trata de personas vulnerables.
Lamentó que el nosocomio se convierta en una estancia infantil, y lo peor de todo, se pueda tornar en un “laboratorio de pruebas farmacéuticas” así como de centro de prácticas de lobotomías y de experimentaciones quirúrgicas.
Alertó que los infantes “serán verdaderos conejillos de indias, a quienes se les suministrará medicamentos que están en prueba, y con base a los resultados, las grandes empresas farmacéuticas determinarán si los sacan a la venta”.
Enfatizó que en ningún momento, el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental acepta que los infantes sean internados, ya que la terapia tiene que ser de convivencia social y familiar.
Aclaró que los infantes recientemente trasladados al Psiquiátrico tienen problemas de salud mental, motivo por el cual fueron instalados en el pabellón que remodelaron para las personas con antecedentes penales, cuya sentencia sigue vigente o cuyo proceso judicial continúa.
“Desafortunadamente, el Hospital se convierte en una estancia infantil, cuando un niño con un problema de salud mental tienen que estar en el seno familiar y no internado”, añadió.
Lamentó la actitud de psiquiatras que recomiendan el ingreso de los niños y niñas de Yucatán a dicho nosocomio, por lo que “en lugar de buscar el bienestar de los infantes, sólo procurarán que su estado de salud empeore, pues si tienen un problema leve, allá se van a terminar de enfermar”.
“Lo peor de todo, es que ingresen niños a un lugar donde hay adultos, por lo que corren un grave riesgo de que sean violados todos sus derechos humanos y garantías individuales”, acotó.
“No sé porqué insisten en ir en contra de posturas internacionales, ya que en ningún país de primer nivel se permite el ingreso a niños a un hospital psiquiátrico”, cuestionó la funcionaria federal.
Lo peor de todo, los infantes del Estado están expuestos a una investigación científica sin protocolo, en la cual, empresas farmacéuticas prueban sus medicamentos para constatar la efectividad de los químicos.
Recordó que tal problemática fue más notable cuando Arsenio Rosado Franco fue director del nosocomio, pero la situación será más descarada ahora que ya es subdirector de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).
Desafortunadamente, esta acción se realiza con base a la Ley de Salud Mental del Estado de Yucatán, la cual “permite que las niñas y los niños de Yucatán se conviertan en ‘conejillos de indias’”.
Denunció que “la Ley viola los derechos humanos y las normas internacionales, al poner en riesgo la integridad de los menores de edad, así como también, los adultos están en riesgo de ser encerrados en el psiquiátrico por razones políticas”.
Finalmente expresó que permanece en el cargo del Consame luego de ganar el amparo que promovió.
