Harán una campaña permanente por el derecho humano al aborto, la autonomía corporal y la salud sexual y reproductiva.
Mérida, Yucatán a 04 de abril de 2025.- La Marea Verde en Yucatán retoma fuerza con una campaña permanente impulsada por colectivas feministas, organizaciones civiles y activistas a favor de los derechos humanos, para exigir el derecho al aborto, la autonomía corporal y la salud sexual y reproductiva. Este esfuerzo busca visibilizar la urgencia de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las personas con capacidad de gestar, así como vigilar los avances legislativos en la materia, con los estándares más altos en derechos humanos.
Las cifras reflejan una crisis de derechos humanos: en 2022, se registraron 118 nacimientos en niñas de entre 10 y 14 años en Yucatán. Al ampliar el rango de edad a 10 a 17 años, la cifra asciende a 1,541. Estos datos evidencian un contexto de violencia sistémica que obliga a niñas y adolescentes a asumir maternidades forzadas en un entorno de abandono institucional y social, sin que el Estado garantice medidas efectivas para la prevención y atención de la violencia sexual.
Reprobamos que el Congreso haya dado espacio a grupos antiderechos que, en lugar de aportar al debate democrático, han difundido desinformación y vulnerado el derecho a decidir. La despenalización del aborto no debe ser objeto de discusión, sino una garantía, como ya lo establece una sentencia y las declaratorias de inconstitucionalidad emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que obliga a legislar al respecto.
Mientras, se perpetúen las barreras jurídicas, sociales, culturales o morales que limitan el acceso a la interrupción legal del embarazo, cientos de niñas, adolescentes, mujeres y personas con la capacidad de gestar, son forzadas a continuar embarazos impuestos por la violencia, que se traducen a infancias que pueden vivir situaciones de vulnerabilidad y otros tipos de violencias.
La Marea Verde seguirá firme hasta que ninguna persona tenga que enfrentar la maternidad como castigo, el silencio como única salida o la violencia como destino. La lucha continúa, porque el derecho a decidir es también el derecho a vivir con dignidad.
La maternidad deberá ser deseada, o no será.
