Sami pide justicia y protección 24 horas para ella y su familia.
Mérida, Yucatám a 25 de octubre de 2020 (InformaTe Yucatán).- Desde los 12 y hasta los 18 años, Sami Guadalupe Trujillo Franco, fue víctima de trata de personas y prostitución, ahora no solo teme por su vida, también teme que su hermanita de 12 años corra con la misma que ella.
Señaló a su tía Gloria, quién se dedica a la prostitución, a su primo Iván y a un hombre de nombre Bernardo, como las personas que la vendieron y agredieron sexualmente durante seis años.
Este domingo, acudió al Palacio de Gobierno acompañada de colectivos feministas, la activista Adelaida Salas Salazar, del Observatorio Nacional Ciudadano contra el Feminicidio, así como de su esposo, ahí pretendían entregarle una carta al gobernador Mauricio Vila Dosal, para solicitar protección para ella y su familia, 24 horas al día, asegura su vida corre peligro. Al ser domingo, solo había personal de guardia en la Oficialía de Partes, donde recibieron y sellaron el documento.
“Gracias a Dios estoy viva y puedo contar lo que me pasó, no quiero que ninguna niña, ninguna mujer sufra lo que yo sufrí, soy Sami y quiero que se haga justicia, no quiero que mi familia me vaya a llorar a una tumba y el gobierno diga que hizo algo, cuando no hacen nada hasta que nos ven muertas”, sentenció.
Sami fue explotada a lo largo de seis años, logró escapar de ese infierno a los 18 años y desde hace tres comenzó a rehacer su vida, tiene una pareja y una niña de dos años. Está joven que ahora tiene 21, pide protección 24 horas al día, ya que ahora la policía solo da rondines y cuando la han agredido, no hace nada, denuncia.
“Mi vida fue un infierno, no tuve infancia, tampoco disfruté mi juventud como cualquier adolescente ni supe que es una fiesta de XV años. A los 18 años logré escapar de mis explotadores sexuales, quienes me trasladaban a hoteles de paso en Yucatán, Campeche y Tabasco”.
“Temo por mi vida señor Gobernador, aunque logré escapar y comencé a llevar una vida normal y formar una familia, temo por mi vida, nuevamente estoy viviendo una pesadilla, mis explotadores -sexuales- lograron ubicarme y he recibido amenazas de muerto, además de varios intentos de secuestro, no solo hacia mi, también mi esposo y mi niña de dos años”, relata la joven madre.
Sami no quiere ser una víctima más de feminicidio, Sami no quiere que su familia la llore en una tumba, ella quiere vivir y pide garantías para ello.
“Yo unicamente estoy haciendo valer mi derecho, mis agresores están libres y no pasa un solo día en que no me amenacen desde diferentes números telefónicos…. mi vida ha vuelto a ser un infierno”, manifestó.
En la Fiscalía General del Estado de Yucatán, a pesar que interpuso una denuncia le informaron que los delitos -de explotación sexual, amenazas, golpes e intento de secuestro- no fueron admitidos porque ya habían prescrito según le indicaron, solo procedió la difusión de imágenes de índole sexual -pornografía. que le tomaban con los clientes cuando era una niña y que fueron compartidas en la red social.
