Este miércoles se cumplen 63 años de su fallecimiento. Desde el 2016 se
Mérida, Yucatán a 15 de abril de 2020.- A 63 años de su muerte, por primera Pedro Infante Cruz se quedó sin homenajes debido a la crisis sanitaria mundial por el coronavirus.
A diferencia de años anteriores cuando la calle donde cayó la avioneta era incluso pasarela de políticos, sobretodo panistas, en esta ocasión su monumento solo recibía una “manita de gato” de última hora.
Año con año, miles de seguidores en todo México recuerdan al “Inmortal” con sendos homenajes en su honor para recordar que un 15 de abril de 1957 falleció en un accidente aéreo en Mérida, Yucatán.
Es en los cruzamientos de la calle 87 con 54, la esquina conocida como “La Socorrito” donde todos los años recuerdan al ídolo de Guamúchil con misa, mariachis, incluso una carrera atlética de 5 kilómetros.
Un aniversario sin duda diferente para los vecinos, seguidores, admiradores de Pedro que acudían a participar en todas y cada una de las actividades.
Hoy, el Monumento a Pedro Infante recibió “una manita de gato” al menos para que su día no pase desapercibido.
Como se recordará, fue un 15 de abril de 1957 cuando un avión TAMSA cayó en el patio trasero de una casa, en la calle 54 por 87. En aquella mañana, Pedro Infante abordó un Consolidated B-24 Liberator de la empresa TAMSA, que sirvió como bombardero de la Segunda Guerra Mundial.
Fue entre las 7:30 y las 8:00 de la mañana cuando el avión se desplomó. Además de Pedro Infante, murió el piloto Víctor Manuel Vidal y el mecánico Marciano Bautista.
Un joven que se encontraba cerca del lugar también perdió la vida debido al incendio, mientras que tres jóvenes más sufrieron quemaduras.
No era la primera vez que Pedro Infante sufría un accidente aéreo, ya que el actor se accidentó en una pista en Guasave, Sinaloa. En aquella ocasión el avión se estrelló en un cultivo de maíz, lo que le provocó una cicatriz cerca de la barbilla.
El segundo accidente ocurrió en Zitácuaro, Michoacán, el avión que piloteaba Infante se desplomó, por lo que se sometió a una cirugía y le colocaron una placa de platino en el cráneo.
Pedro infante era muy querido en Yucatán, incluso tenía una casa en la avenida Itzaes, hoy convertido en un hotel y donde se guardan artículos que pertenecieron al ídolo de la época de cine de oro mexicano.
