La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de Yucatán convocó a la última campaña de descacharrización el 27 de mayo pasado y como en cada una de estas jornadas, la basura y los cacharros se desborda por las calles, dejando la labor para que sea el municipio que se encargue de esa tarea.
Durante casi dos meses vecinos de la Vicente Solís vieron invadida la calle 32 x71 que cacharros que nunca fueron recogidos por el Gobierno del Estado durante su campaña de descacharrización.
Con el paso de los días, más personas comenzaron a dejar todo tipo de basura hasta abarcar casi media cuadra y parte de la calle.
Ante la petición de vecinos, Movimiento Ciudadano puso manos a la obra y realizaron una jornada de limpieza que ahora permite a las personas transitar libremente.
La Coordinadora Municipal de Movimiento Ciudadano, Martha Góngora Sánchez explicó que este problema fue provocado por puntos de descacharrización que no fueron levantados, lo que provocó acumulación de desechos hasta el grado de que personas ajenas al rumbo tiran su basura doméstica en el lugar, pero la autoridad tampoco respondió.
“Ante la ausencia de la autoridad, la ciudadanía se organizó y pusimos fin al tiradero. Si la autoridad no quiere o no puede, la ciudadanía tomamos cartas en el asunto”, dijo.
Cabe señalar, que en cada campaña que convoca la Secretaría de Salud del Gobierno de Mauricio Vila Dosal este problema se repite, ya que únicamente levanta cacharros durante el fin de semana, dejando toneladas de basura en las calles para que sea el Ayuntamiento de Mérida que termine la tarea que corresponde al Estado y que al tratarse de la ciudad capital, se responsabiliza al municipio de la negligencia de la autoridad estatal que provocó un repunte en los casos de dengue.
Aunque la finalidad de esas campañas de descharrización es la prevención del dengue, el deslinde de la autoridad estatal ha tenido recupersiones entre los yucatecos, ya son casi mil casos de esta enfermedad y dos personas han perdido la vida a causa del mosquito aedes aegiptie que precisamente nace en esos montículos de basuras donde dueños de llanteras dejan decenas abandonados.