Con el incremento en el consumo de drogas se asocian la violencia y delitos.
Mérida, Yucatán a 12 de octubre de 2021 (InformaTe Yucatán).- De acuerdo con el informe mundial sobre las drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC 2020), entre 2009 y 2018 hubo un aumento en el consumo de drogas del 30 por ciento a nivel global, siendo los países en desarrollo aquellos donde el aumento es más acelerado.
En Yucatán, el problema de las adicciones aumenta y se acelera, según indica la “Encuesta Estatal de Factores de Riesgo para el uso Problemático de Sustancias y Conductas Delictivas en Yucatán” publicada en septiembre pasado por el Centro Estatal de Prevención del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey).
El reporte realizado por la dependencia estatal que consta de 46 páginas, documentó por espacio de 3 meses una serie de aspectos en la incidencia en el consumo de productos adictivos entre menores de edad en la entidad.
La evaluación detalla aspectos en el consumo problemático de sustancias adictivas que representa un riesgo de salud pública, demostrado su relación con el incremento de hechos de violencia y delitos.
Según datos generales, de la ENCODAT 2017 (Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, 2017) indicaron que, en México, entre 2011 y 2016 el consumo problemático de sustancias pasó de un 7.8 a un 10.3 por ciento, lo que implica un cambio significativo.
Todo ello, se refleja en aspectos de salud y seguridad; especialmente para la población adolescente y la adultez emergente, pues según datos de la ENCODAT 2017, estos grupos son los que presentan una mayor prevalencia del consumo de drogas, alcohol y tabaco.
El muestreo realizado por las autoridades yucatecas establece que, 1 de cada 2 menores de edad han consumido bebidas alcohólicas, primordialmente cerveza, el 24,7 por ciento consume cigarrillos y el 16.1 fuma marihuana, además, el 5.8 usa estimulantes como éxtasis, tachas o cristal, el 3.4 utiliza alucinógenos, hongos, peyote, etec y un 1.5 está contacto con inhalantes, -mona, thinner o PVC).
De manera paralela se indica que, esto se refleja de manera directa en el aumento de la violencia y hechos delictivos entre jóvenes, donde el se encontró que estas conductas se dan con relativa frecuencia y que, al menos el 10 por ciento de los encuestados ha propiciado hechos de violencia bajo los influjos de estas sustancias.
De manera porcentual, los jóvenes reportaron haber incurrido en violencia física contra personas menores de edad, pareja o familiares. El segundo indicador más frecuente fue el haber tenido una detención policial en la calle; seguido del daño a los espacios públicos.
Pero también, un 4,1 por ciento porta ilegalmente un arma, el 4 por ciento ha incurrido en maltrato animal de manera intencional, un 2,9 ha sido detenido por la autoridad en hechos de violencia y 2,4 por ciento aceptó estar involucrado en pandillas.
En el informe también se indica que los jóvenes de clases marginadas o nivel socio económico de nivel bajo y bajo extremo solo son el 7 por ciento de las personas vinculadas al uso de estupefacientes y que, la mayor concentración de jóvenes con estas adicciones están entre los menores con clase económica media emergente, típica y alta, que suma el 63 por ciento.
Los mismos datos indican que, para un menor de edad es muy fácil conseguir cerveza, hasta un 93 por ciento; un 77 por ciento puede conseguir de manera regular tequila o whisky. Un 92 por ciento puede comprar tabaco, un 46 por ciento puede adquirir cocaína, LSD o anfetaminas, un 61 por ciento puede comprar inhalantes -mona, chemo, thinner, resistol y un 57 por ciento puede comprar marihuana.
La medición realizada preguntó ¿qué tan fácil o difícil fácil es conseguir cerveza en tu colonia? La respuesta fue: 87 por ciento afirmativa; ¿qué tan fácil es conseguir tabaco? el 84 por ciento marcó como positivo; ¿qué tan fácil es en tu colonia conseguir drogas como: cocaína, LSD o anfetaminas? la repuesta fue 26 por ciento afirmativa.
La Encuesta Estatal de Factores de Riesgo para el uso Problemático de Sustancias y Conductas Delictivas en Yucatán” marcó también que, la sustancia que tiene el inicio más temprano son los inhalantes a los 15 años, seguida del tabaco a los 16 años, el alcohol a los 17 años, la marihuana y los estimulantes como el crack, la cocaína o el cristal a los 19 años, y finalmente los alucinógenos a los 21 años.
