Tampoco es necesario que se coloquen fotos del difunto en el altar, explica la antropóloga Graciela Tec Chan, responsable del área de Lengua y Cultura del Indemaya.
La pandemia del coronavirus ha modificado la despedida de seres queridos, debido a las restricciones sanitarias muchos no se han podido despedir de familiares o amigos.
Mérida, Yucatán a 29 de octubre de 2020 (InformaTe Yucatán)- Los días previos a la celebración de los Santos Difuntos, se debe de limpiar la casa, amarrar a los animales, lavar el mantel de la mesa de ofrendas, comprar la hoja de plátano, el licor, los dulces y también las flores, hay que ir al cementerio y desyerbar la tumba de nuestros familiares y prepararnos para la visita de las ánimas, señaló Graciela Tec Chan, responsable del área de Lengua y Cultura del Indemaya.
La tradición en las poblaciones del medio rural, la celebración de los Fieles Difuntos tiene un matiz especial, explicó.
“Este año, en especial será diferente, porque hay restricciones para los ancianos y los niños para ir a los cementerios, pero de todas formas deben de prepararse para recibir a los pixanes -ánimas- que vendrán de visita este fin de semana”, mencionó.
En Yucatán, en los pueblos y haciendas, la comunidad espera con ansia esta celebración, es un motivo de mucha significación, declaró la entrevistada, porque tiene un motivo de reencuentro entre seres queridos, porque vienen de visita y estamos siempre listos a recibirlos con comida y rezos.
Tec Chan, licenciada en antropología indicó que la tradición de los Fieles Difuntos tiene variantes, porque se adaptan las formas en las que vive el pueblo, pero en su gran mayoría, la convivencia familiar es importante, reúne a la población y permite estrechar lazos y compartir los alimentos y el recuerdo de los seres queridos, en el Hanal Pixán o alimentos de las ánimas.
La pandemia ha obligado a que muchas almas no se despidan de sus familiares, debido a las exigencias sanitarias. En muchos pueblos, los sepelios han sido solitarios y tristes, sin flores, ni rezos, pero es importante que los familiares mantengan el recuerdo de las almas que volverán para estar cerca de sus seres queridos, expuso.
“Todo de estar listo para recibirlos, destacó, ya debe de estar cortada la leña para el fogón, el maíz para el atole, la masa y la hoja de plátano para hacer los pibes, también se debe de haber lavado el mantel, las velas de colores y también las flores para el altar, las jícaras para las bebidas y el lek para las tortillas, porque cada familia, por humilde que sea ofrecerá lo mejor para sus seres queridos que regresan”.
CREENCIAS MAYAS
La llegada de las ánimas empieza desde ocho días antes, por eso, hay que amarrar a los perros, para que no estén en el camino de las ánimas, hay que tapar los espejos, también hay que mantener limpio el sitio donde se acostumbró el difunto, porque seguramente su alma buscará el sitio donde estaba mas a gusto, indicó.
Si entre las almas que llegarán hay niños, es importante limpiar sus juguetes, si aún están en la casa, colocar dulces, colocar en la mesa de ofrendas chocolate y también caramelos, indicó.
TAMBIÉN SE RECIBE A LAS ALMAS SOLITARIAS
En algunas casas en los pueblos se coloca la mesa sola, esto es para las ánimas que no tienen familia, pero que también vendrán, por ello, se colocan alimentos y se reza, abundó en la explicación.
“En Yucatán no se acostumbra el pan de muerto, tampoco las calaveras de azúcar, pero la modernidad y la llegada de nuevas costumbres van agregando aspectos de celebración y costumbres de otras regiones”, añadió.
Para las familias es importante limpiar muy bien el sitio donde enterrarán los pibes, con ello, moler la masa, tener el achiote, los animalitos que se sacrificarán para el mucbil-pollo y también las frutas que se presentarán en la ofrenda para que las ánimas tomen la gracia de los alimentos y puedan regresar satisfechos, comentó
–En los pueblos, en la mesa de ofrendas se sirve muchas veces tres alimentos. El día 31 es para los niños, la mesa se debe ver alegre, de colores, por ello se pone confeti, las velas son de colores y se puede incluir alimentos ligeros y no tan elaborados, porque un niño no come mucho y sí disfruta de los dulces, señaló.
La jefa de la Unidad de Lengua y Cultura del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán argumentó que, los días 1 y 2 de noviembre son dedicados a los adultos, por ello, la mesa se coloca de manera diferente, se ofrenda anís o balché, un vaso con agua, alguna bebida para los adultos, se adorna con flores como x’tés o ruda u otras flores campestres.
La mesa de los adultos puede incluir, además del Pib, frutas, algunos postres como calabaza melada, yuca y miel, dulce de camote, de papaya, cocoyol, también los utensilios del difunto, su coa o quizá alguna de sus herramientas, papel picado de colores, las velas y el incienso para los rezos.
Altar del Congreso del Estado en la Muestra de Altares que cada año se realizaba en la Plaza Grande.
NO SE DEBE COLOCAR FOTOGRAFÍAS EN EL ALTAR DE MUERTOS
Es importante decir que, en la mesa de ofrendas no se colocan fotografías, porque el cristal de protege a las imágenes puede ocasionar el reflejo de las almas y estas se pueden espantar y no regresar, es usual que muchas personas pongan sombreros, quizá un chal o un hipil para que las ánimas regresen bien vestidas al más allá, describió.
Antes de la visita de los difuntos es importante ir al cementerio, limpiar la sepultura del familiar, pintarla con cal y rezar para invitarlos a regresar a su casa. También en muchos pueblos los pibes de elaboran ocho días después, en el ochavario y también al final del mes de noviembre, cuando las ánimas regresan al más allá, en espera de retornar un año después, concluyó.
