Usar cubre bocas al salir de casa, guardar la sana distancia y cumplir todas las demás normas es amar a los demás y de amarse a sí mismo, mencionó el prelado.
Mérida, Yucatán, Diciembre– El arzobispo de Yucatán Gustavo Rodríguez Vega, llamó a la población católica a asumirse corresponsables de las condiciones sociales y sanitarias que prevalecen por la emergencia sanitaria y cumplir con los ordenamientos gubernamentales para superar los tiempos de pandemia.
Rodríguez Vega ofició la Misa de la Natividad o Misa de los Pastores, que se transmitió por redes sociales previa a la celebración religiosa en la iglesia Catedral de manera presencial para un grupo de asistentes controlado por las condiciones sanitarias prevalecientes.
En su homilía, el Prelado yucateco señaló: “durante esta pandemia, las autoridades han dado unas órdenes importantes para evitar los contagios, y esas órdenes, que buscan el bien de todos, han sido desagradables y hasta dolorosas”. “Muchos las hemos obedecido, y algunos no lo han hecho. Ojalá que todos los cristianos comprendamos que todas ellas nos deben obligar también desde nuestra fe”, suscribió.
“Usar cubre bocas al salir de casa, guardar la sana distancia y cumplir todas las demás normas es amar a los demás y de amarse a sí mismo”.
En la ceremonia solemne por la Natividad del Señor, Monseñor Rodríguez Vega hizo énfasis en las condiciones que han prevalecido este año difícil y muy complicado para todos los creyentes, pero recalcó que, la llegada del Señor regocija en el espíritu y la esperanza de que siempre hay un horizonte en el camino y que todo es pasajero para llegar a una nueva etapa de vida.
En su alocución, dijo. “Le llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito” hoy estamos celebrando la noche santa de la Navidad. Hemos recibido al Niño Dios en medio de cantos de gloria, el mismo gloria que los ángeles cantaron a coro en la noche de Belén, y que nosotros no dejamos de entonar aquí en la tierra, con la alegría de la esperanza de cantarlo eternamente en el cielo.
¿Cómo no vamos a alegrarnos?, si hoy, como dice san Agustín, el Hijo de Dios se hizo hijo del hombre, para que nosotros podamos ser hijos de Dios.
El arzobispo de Yucatán destacó que, tenemos que aprender de las enseñanzas que está dejando esta pandemia y señaló: “Dios nos conceda que el próximo año sí podamos volver a reunirnos con familiares y amigos, como siempre lo hemos hecho”.
Pero que no olvidemos las grandes enseñanzas que esta pandemia nos está dejando, para celebrar con más austeridad, y nunca más olvidar al festejado: nunca más una Navidad sin Dios.
En la homilía, el dirigente religioso señaló también las nuevas disposiciones y cambios que está sufriendo la sociedad y destacó “no despreciemos nuestra historia, ni la personal, ni la familiar, ni la de nuestra Patria o del mundo, porque la historia es el espacio para la salvación de Dios, y todo lo que acontece, aunque nos parezca absurdo y malo, tiene un lugar dentro del maravilloso plan de salvación de Dios. No reneguemos de la historia”, dijo.
“El anuncio de los ángeles a los pastores nos trae realidad y simbolismo, Realidad, porque en verdad históricamente, ellos fueron los primeros en recibir el anuncio del nacimiento de Jesús; pero simbólicamente, los pastores del relato hacen presentes a los pastores de la Iglesia de todos los tiempos. Y como los pastores eran muy pobres, también los pastores simbolizan a los pobres de este mundo, que son los primeros para Dios y han de ser los primeros para nosotros”, apuntó.
