La Senadora de Morena señaló que esta actividad debe impulsar el desarrollo de las comunidades y mantener la apicultura como sustento de los productores.
Tizimín, Yucatán, a 20 de diciembre de 2024.- Por ser la miel de Yucatán un producto de calidad reconocido a nivel mundial se debe proteger para mantener la apicultura como sustento de las familias del campo y convertirla en una actividad que impulse el desarrollo de las comunidades campesinas.
En Tizimín la senadora de Morena, Verónica Camino Farjart se reunió con la Asociación de Apicultores del Estado de Yucatán que preside Fernando Rojas Lagunez, para escuchar los planteamientos sobre la situación actual de este sector y sobre acciones que buscan emprender para fortalecer esta actividad.
En el encuentro con los apicultores Verónica Camino sostuvo que el reto de los apicultores es mantener la certificación, regular el precio base, abrir canales de comercialización y contar con un distintivo del producto y mantener la biodiversidad.
Pidió a los productores aplicar las mejores prácticas para evitar que pierdan sus certificaciones, las cuales son necesarias para exportar miel orgánica a más países, donde es bien cotizada.
Sin embargo, señaló, hay factores ajenos a los apicultores que ocasionan que la calidad del producto se vea afectada como es el caso de la contaminación del agua de los cenotes, construcciones cerca del campo, sequía, entre otros que ponen en riesgo la generación mielera.
La apicultura, destacó, es una de las actividades agropecuarias de enorme importancia económica y social para Yucatán, al contar con la participación de hombres y mujeres de las diferentes comunidades.
La legisladora federal subrayó que el estado es reconocido como uno de los principales productores y exportador de miel de abeja de México, por la calidad y sabor del dulce.
Anotó que otro factor que impide que la apicultura deje de ser generadora de recursos para las comunidades es el precio que los comercializadores pagan a los hombres y mujeres que tienen los apiarios.
Camino Farjat resaltó la importancia de mantener la tradición de la apicultura por ser una actividad que se transmite de generación en generación en las familias de las comunidades rurales.