A muchos yucatecos les cuesta más trabajo adaptarse a la nueva normalidad derivada de la llegada del covid19 desde marzo pasado.
Mérida, Yucatán a 13 de noviembre de 2020 (InformaTe Yucatán).- La salud humana debe de ser integral, tanto física como emocional y tras ocho meses de la pandemia los yucatecos no se adaptan y superan los problemas que han derivado del confinamiento, la nueva realidad y las circunstancias que implican nuevos métodos y una interrelación social diferente.
Según el psicólogo Álvaro King Cardeña, es necesario que las autoridades volteen a ver las condiciones que imperan en este momento entre la población, ya que, los aspectos de salud mental no han sido debidamente atendidos y se requieren de políticas públicas dirigidas a estabilizar mecanismos sociales que se acentúan tras un largo tiempo en el que se ha extendido esta emergencia sanitaria.
King Cardeña, Jefe de Diagnostico y Evaluación Organizacional de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) ofreció la conferencia Salud Mental y Pandemia, en el marco de la 14ª edición de la Semana de la Salud que realiza la institución y que se transmite de manera virtual.
Explicó que hay sectores de la población que se han adaptado a los nuevos procesos sociales, pero una gran parte de la sociedad no lo ha logrado, por lo que se advierten situaciones de confrontación, fricción, cambios emocionales en los núcleos familiares, estrés y ansiedad, en situaciones que se conjuga, tanto los efectos de la emergencia sanitaria, como aspectos de índole económico, añadió.
La población ha tenido que adaptarse de manera empírica a nuevas formas de convivencia, aspectos de regulación de su trato con sus grupos sociales, nuevas aptitudes para incluirse en las nuevas dinámicas virtuales y en su caso, negación y distanciamiento a aspectos necesarios para recuperar sus formas de intercomunicación social y familiar.
El especialista argumentó que si bien, la situación en las zonas urbanas ha sido una situación complicada, en las áreas rurales o pequeños poblados este problema es más complicado y muy poco se ha atendido. En las pequeñas comunidades yucatecas, estos ocho meses han sido mucho más duros debido a la pandemia, pero también a los fenómenos climatológicos que han lastimado sus cosechas, animales de patio, sus sembrados y su humilde peculio.
Destacó que la autoridad y también la sociedad debe de ser más solidaria, flexible, empática y altruista para que la mayor parte de la población pueda ir superando las condiciones tan apremiantes que se han vivido en estos últimos meses.
Es evidente, que la sociedad yucateca ha tenido que pasar por duros momentos para adaptarse a estas nuevas medidas y condiciones de vida. Evitar el sedentarismo, inicialmente en espacios muy reducidos en los núcleos familiares, posteriormente en los espacios abiertos con estas nuevas modalidades de distanciamiento en espacios abiertos, señaló
Muchas personas -dijo- han tenido que posponer viajes, bodas, ceremonias religiosas, visitas y compromisos foráneos, intervenciones quirúrgicas, debido a la pandemia. Esta incertidumbre pesa de manera formal sobre las nuevas tareas establecidas, ya que, no está claro que se puedan realizar como estaban planeadas, o que se puedan concretar ante la necesidad de nuevas formas de interrelación social.
“Es importante atender a todos los grupos sociales, porque hay muestras claras de los topes en los que está la sociedad. Los nuevos índices de violencia intrafamiliar, el aumento notable de suicidios, las necesidades económicas que presionan a las personas sin empleo; con ello, las clases en casa y una vida virtual que no todos aceptan y entienden, sirven para una mayor presión entre los individuos”, repuso.
