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  • Sábado , 27 abril 2024

Se cumplen 27 de la histórica visita de Juan Pablo II a Yucatán 

La visita del Sumo Pontífice a Mérida, la número tres de cinco que realizó a México, se llevó al cabo los días 11 y 12 de agosto de 1993.


Mérida, Yucatán a 12 de agosto de 2020 (InformaTe  Yucatán)- Han pasado 27 años de la visita del Papa Juan Pablo II a Yucatán, pero la memoria histórica es aún hoy muy cercana y viva. “Si me preguntas si disfruté la visita del Papa, te diré que no, no tuve tiempo para eso” dijo en algún momento en una entrevista la ex gobernadora del estado Dulce María Sauri Riancho, anfitriona de la visita.

La visita del Sumo Pontífice a Mérida, la número tres de cinco que realizó a este país, se llevó al cabo los días 11 y 12 de agosto de 1993.

La cita en nuestro estado fue histórica, porque por primera ocasión el Estado Mexicano reconocía al Estado Vaticano y el Palacio de Gobierno de Yucatán fue la sede del encuentro entre el mandatario religioso y el presidente de la República Carlos Salinas de Gortari.

En noviembre de 1992, durante la LV Legislatura federal, se modificó la Constitución para el reconocimiento de los credos y cultos religiosos en México. Juan Pablo II ya había visitado nuestro país en dos ocasiones, en ambas, se había sujetado a una relación pastoral, la tercera ocasión significó el primer encuentro oficial entre dos jefes de estado, en el caso del Estado Vaticano, tras 103 años, luego de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre México y Roma.

Fueron muy pocas horas, pero el pueblo yucateco vivió momentos muy significativos porque cientos de miles de feligreses locales y venidos de muchas partes, se trasladaron desde lugares muy lejanos a este encuentro con el Santo Padre.

En esta misma condición, el arribo del Papa “Viajero” también marcó un precedente porque, fue en Izamal, aquel 11 de agosto, durante la ceremonia religiosa que ofició en la explanada del convento franciscano, donde pidió perdón a los pueblos originarios de América por las atrocidades que cometieron los conquistadores religiosos, durante la fusión de las culturas europeas y americanas.

Han pasado 27 años, pero para muchos yucatecos, la presencia se mantiene. El Papa Juan Pablo II cumplió con una apretadísima agenda de eventos desde su arribo a la capital meridana y durante las cerca de 29 horas que permaneció en el estado.

La visita se había anunciado doce meses antes y para ello el gobierno federal,  estatal y municipal organizaron una gran cantidad de actividades. Desde el protocolo diplomático que llevó el encuentro de los dos mandatarios, hasta la ruta religiosa que incluyó dos eventos masivos, en Izamal y Mérida y recorridos en el “Papamovil” por gran parte de urbe yucateca, donde cientos de meridanos acudieron a ver al Papa “Peregrino”.
“La visita de Su Santidad tuvo hechos y detalles significativos. De manera previa, en la segunda que realizó  Juan Pablo II a Villahermosa y Chiapas en 1990, se hicieron todos los esfuerzos posibles, por el gobernador Manzanilla Schaffer para que el Papa viniera a Yucatán, pero no se logró. Por ello, se hizo una nueva petición al Estado Vaticano para que Papa regresara a México.

El 22 de agosto de 1992, la Santa Sede anuncia su beneplácito por la invitación y confirma el viaje de Juan Pablo II a México para agosto de 1993. A partir de ese momento, las cosas avanzan de manera muy rápida para completar preparativos, requerimientos y exigencias para cumplir una visita de estado.

La llegada de Juan Pablo a Yucatán tuvo tintes políticos y ríspidos. Cuatro meses antes se presentó el incidente del 25 de mayo en Guadalajara donde fue asesinado el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, que resultó un hecho muy difícil para el gobierno mexicano y que en una primera instancia ponía en riesgo el anuncio de la vista del Papa a México.

En Mérida, se vivían momentos políticos muy fuertes, un activista, Severino Salazar mantenía una protesta con campesinos a las puertas de Palacio de Gobierno, dos días antes de la visita, se encadenó a una pilastra amenazando con no retirarse hasta que no se cumplieran sus demandas, además estaban en puerta las elecciones estatales y eso movía a muchos intereses económicos y políticos”.

“El incidente de Guadalajara exigió al protocolo de la Presidencia un operativo de alta seguridad para la visita del Papa. El sitio seleccionado para el encuentro fue el Palacio de Gobierno y por ello se modificaron áreas y espacios del edificio.

El encuentro oficial de los mandatarios se cumplió el 11 de agosto a las 10:30 horas, en el Salón de acceso al despacho del Gobernador.

Juan Pablo llegó ese día 11 de agosto por la mañana, recorrió la ciudad, acudió y oró en el en la catedral de la ciudad, viajó en helicóptero a Izamal para la misa con las poblaciones nativas, retornó a Mérida horas más tarde y presidió una nueva ceremonia religiosa en los terrenos de Xoclán,  al poniente de la ciudad, acto al que acudieron un millón y medio de personas, según dijeron las autoridades.

Pernoctó en el Seminario Mayor, en el rumbo de Itzimná, a donde le llevaron serenata religiosas y coros locales. Al día siguiente, ofició una misa privada en la capilla de esa misma sede religiosa aquel 12 de agosto, minutos más tarde emprendió el recorrido al aeropuerto para proseguir a su siguiente parada que fue, Denver, Colorado a un encuentro con jóvenes.

Tras 27 años, aún se cuentan cientos de anécdotas  fotos y relatos sobre este trascendental hecho. San Juan Pablo II vino a Mérida por escasas horas, pero su visita sigue siendo tema y motivo de recuerdos y evocaciones de muchos yucatecos que vivieron esos momentos.

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