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Yucatán no puede seguir resistiéndose al matrimonio igualitario

Todos tienen en su familia a un miembro de la comunidad LGBTTI/ Desde hace 10 años, Yucatán tiene en la congeladora la discusión sobre el matrimonio igualitario en Yucatán.


Mérida, Yucatán a 25 de Febrero de 2019 (InformaTe Yucatán).- El Congreso de Yucatán ya no tiene argumentos jurídicos para seguir prohibiendo el matrimonio igualitario en Yucatán, aseveró el recién creado colectivo Por la Protección de todas las Familias en Yucatán que hizo un llamado a los legisladores locales para quitarle el candado a la ley que están provocando violencia en las familias y hasta suicidios de personas homosexuales que han vivido episodios de discriminación.

“Hacemos un llamado a la humanidad de los y las diputadas, para poder empatizar con lo que está generando la falta del reconocimiento de las uniones de las parejas del mismo sexo, suicidio, problemas familiares, angustia, problemas sicológicos porque la discriminación mata, destruye…”, expresó Carlos Luis Escoffié Duarte, representante del colectivo.

Como sociedad debemos apelar al entendimiento de la diversidad.

“No hay argumentos para no aprobarlo, ya lo dijo la SCJN, la Corte interamericana, la comisión nacional de derechos humanos, la comisión interamericana de derechos humanos, no entendemos a estas alturas después de 10 años de que se puso el candado en Yucatán para prohibir el matrimonio igualitario que argumentos pretenden utilizar para sostener que no deben aceptarse los matrimonios entre personas del mismo sexo.”

En conferencia de prensa, recalcaron que en todas las familias hay un miembro de la comunidad LGBTTI+, abiertamente o escondido para evitar violencia y discriminación hasta de sus mismos familiares.

“En Yucatán, la homofobia, el desconocimiento y los prejuicios sobre la orientación sexual, la información falsa y la resistencia de determinados sectores conservadores, han puesto a miles de familias en peligro, porque muchos no poseen los mismos derechos de protección patrimonial, migratoria, médica, de seguridad social, vivienda y de otros tipos; y por el otro, porque los discursos homofóbicos han generado rechazo y violencia al interior de las familias y en muchos casos, han empujado al suicidio a las personas de la comunidad LGBTTI+”.

El colectivo envió una carta firmada por 500 personas a representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), y al ombudsman Miguel Ángel Sabido Santana de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey); invitándolos a pronunciarse del tema que se encuentra en la cancha del Poder Legislativo.

Insistieron que no es un tema nuevo que debe ser discutido abiertamente en el Congreso del Estado.

Lamentaron la postura de la coordinadora de la bancada del Partido Acción Nacional en el Legislativo, Rosa Adriana Díaz Lizama quien aseguró que el 99% de la población se opone al matrimonio igualitario, porque consideraron, que se trata de derechos de las personas y que de no luchar por ellos, la panista no ocuparía actualmente una curul como diputada local, misma que tiene gracias a que las mujeres lucharon y ganaron derechos, lo mismo que la comunidad homosexual.

Sobre  las declaraciones del arzobispo Gustavo Rodríguez Vega quien expresó que aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo sería un suicidio colectivo, indicaron, son temas que se deben discutir al interior de los templos, declinando a opinar al respecto.

COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS ‘OMISA’

Por su parte, la activista Olga Moguel calificó de omisa la actuación de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey),

ya que se dedica a hacer talleres de capacitación, recomendaciones tibias de temas que no generen asperezas a la administración pública, ni figura que pueda representar un peso político para ellos. Estamos apostando a una institución que cumpla con su propio mandato legal, indicó.

También consideró que las declaraciones de la diputada Díaz Lizama demuestran el nivel de seriedad con el que se asumen su función.

“El modelo tradicional de familia, papá, mamá hijos, es un modelo caduco, rebasado desde hace muchísimos años. Es un desprecio, de no me importas; porque no tienen un argumento razonable.”

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