Los síntomas de la conjuntivitis alérgica son picor o escozor, inflamación, secreciones de tipo acuoso, ojos llorosos y enrojecimiento ocular.
En las zonas de clima cálido como Yucatán, al iniciar la primavera y también en verano es muy común que aumente el número de casos de conjuntivitis alérgica, padecimiento que no es contagioso ya que puede estar asociado a otras enfermedades alérgicas, como rinitis, asma y dermatitis; sin embargo, es importante consultar con su médico para descartar que sea otro tipo de conjuntivitis y prevenir contagios, mencionó Alán Rodríguez Pérez, médico oftalmólogo adscrito al Hospital General Regional (HGR) No. 12 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación en esta entidad.
En la conjuntivitis alérgica intervienen ácaros, tabaquismo, humedad, polvo, polen y químicos.
Los síntomas de la conjuntivitis alérgica son picor o escozor, inflamación, secreciones de tipo acuoso, ojos llorosos y enrojecimiento ocular.
La mejor forma de prevenirla es evitar la exposición al alérgeno, sin embargo eso no siempre es posible, por lo que es necesario tomar medidas para minimizar estos síntomas: no frotarse los ojos; mantener una correcta higiene en la casa, los colchones y la ropa de cama; evitar las alfombras ya que son propensas a tener más ácaros; cerrar las ventanas los días de viento; en caso de que el médico lo indique, aplicarse suero fisiológico y lágrimas artificiales para eliminar alérgenos en los ojos; cerrar las ventanas del coche durante los viajes.
Además del tipo alérgico, también está la conjuntivitis hemorragia epidémica, que es muy contagiosa y se manifiesta con molestia a la luz, lagrimeo, secreción y hemorragia por debajo de la conjuntiva.
Por otro lado, la conjuntivitis bacteriana, se presenta con inflamación en los párpados, secreción verdosa amarillenta en regular cantidad, además de que los párpados amanecen pegados y con costras.
La conjuntivitis viral es causada por la infección de un virus en el ojo. Puede ser causada por diferentes virus, muchos de los cuales pueden estar asociados a infecciones de las vías respiratorias superiores, resfriados o dolor de garganta.
Al haber distintos tipos de este padecimiento, las y los especialistas recomiendan acudir al médico en cuanto aparezcan los primeros signos de la enfermedad para que éste le recete el mejor tratamiento. En el caso de las y los menores, también es importante no llevarlos al colegio para evitar contagios.
Para prevenir esta enfermedad, se recomienda no tocarse los ojos con las manos sucias, tener mucha higiene y lavarse las manos constantemente; es importante no automedicarse, así como no compartir toallas ni pañuelos y evitar los remedios caseros.
