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  • Martes , 21 mayo 2024

Cigarrillo electrónico, más letal que el Tradicional

Actualmente más de cinco millones de mexicanos de 12 a 65 años de edad han usado alguna vez un cigarro electrónico y 975 mil lo usan de manera cotidiana, según cifras de la Secretaría de Salud


Ciudad de México (La Crónica).- El uso del llamado cigarrillo electrónico poco a poco se ha convertido en un grave problema de salud pública en México por el alto riesgo que representa para los consumidores y la falta de regulación en este producto que se creó como una alternativa para dejar de fumar, pero que se ha convertido en un artículo letal con más sustancias tóxicas que las que produce el humo del cigarro tradicional.

En la actualidad, más de cinco millones de mexicanos de 12 a 65 años de edad han usado alguna vez un cigarro electrónico y 975 mil lo usan de manera cotidiana, según cifras de la Secretaria de Salud.

Lo alarmante es que el uso de este cigarrillo electrónico se hace más popular entre los jóvenes, pues casi un millón de adolescentes utilizan este artículo que no está aprobado ni validado por parte de la Secretaría de Salud como una ayuda para dejar de fumar.

Senadores del PRI y Morena advirtieron que la falta de regulación de los cigarrillos electrónicos representa un alto riesgo para los consumidores, pues sus componentes no se encuentran debidamente reportados por los fabricantes y podrían contener más sustancias tóxicas que las que produce el humo del cigarro tradicional.

Los cigarrillos electrónicos se identifican como “Productos de Tabaco Calentado, Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina y Sistemas Similares Sin Nicotina”. Son dispositivos que fueron diseñados para administrar nicotina a través del vapor de una solución compuesta por diversos químicos sin necesidad de la combustión de tabaco.

La sustancia utilizada, comúnmente denominada líquido de vapeo, e-juice, e-liquid o esencia, contiene por lo general diferentes concentraciones de nicotina, saborizantes, propilenglicol, glicerina, acroleína y otro tipo de aditivos que pueden incluir aldehídos distinguidos por sus efectos nocivos a la salud.

Con estos datos, los senadores alertaron que la composición, concentración, envasado, comercialización y distribución de estos líquidos no son regulados por ninguna institución o manual específico. Además se carece de información relacionada con las sustancias adictivas que contienen, o de prohibición para menores y advertencias para mujeres embarazadas.

El gobierno federal indicó que aunque han sido publicitados como una alternativa para dejar de fumar, no cuentan con la evidencia científica que esté libre de conflicto de intereses de los autores o financiadores de los estudios, lo que al día de hoy no permite confirmar su efectividad y seguridad como tratamiento para la cesación del consumo de tabaco, por lo que la Secretaría de Salud no avala su empleo con dichos fines.

Existen pruebas suficientes
—agregó— para alertar a los niños y adolescentes, así como a las mujeres embarazadas y en edad reproductiva de no usar estos dispositivos electrónicos y alternativos.

Por ello consideró necesario contar con más estudios sobre sus efectos y consecuencias en la salud a largo plazo.

En Cámara de Senadores y diputados, ya hay sendas iniciativas para regular el uso de cigarrillos electrónicos.

En San Lázaro la iniciativa de Morena recuerda que los fumadores que se convierten en adictos al tabaco o nicotina durante su juventud enfrentan mayor riesgo de contraer, desarrollar y sufrir enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, como cáncer y enfisema pulmonar.

Además, abundó, en México, los daños atribuibles al tabaquismo son de más de 60 mil muertes por año; es decir, un promedio de 165 decesos al día.

Por otro lado, su propuesta también plantea extender las facultades de las secretarías del ramo para llevar una mejor regulación y para que realicen los estudios correspondientes, con el objetivo de conocer los efectos a corto, mediano y largo plazo, toda vez que dichos dispositivos contienen nicotina, una de las sustancias activas más adictivas y presentes en los cigarrillos convencionales.

Mientras que en el Senado, la iniciativa del PRI que presentaron a través de la senadora Claudia Ruiz Massieu  también busca regular estos dispositivos, que se utilizan como alternativa para dejar de fumar.

En la exposición de motivos de la iniciativa —que se turnó para su análisis a las comisiones de Salud y de Estudios Legislativos— los legisladores señalaron que a pesar de los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco, “los resultados no han sido satisfactorios” y éste “sigue siendo un problema de salud pública”.

En menos de dos décadas se incrementó el número de fumadores de nueve a 13 millones de personas en México.

De hecho las enfermedades asociadas al tabaquismo matan a más de 53 mil personas cada año, es decir, 147 cada día. Estas defunciones representan 10 por ciento de las muertes nacionales.

Sin embargo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco de 2017 también existe una voluntad expresa de los mexicanos de dejar de fumar, según dicho estudio, del 73 por ciento de los consumidores.

Entre las propuestas de los legisladores está que el empaquetado de los cigarrillos electrónicos contenga advertencias sanitarias fundamentadas en evidencia científica e incluir advertencias en idioma español que informen al consumidor sobre las sustancias adictivas o nocivas que contengan, la prohibición de venta a menores de edad y los riesgos potenciales de uso en mujeres embarazadas.

Además, sugieren la prohibición toda forma de publicidad, promoción, patrocinio o fomento de su compra y su consumo dirigida a la población.

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